Masaje Relajante

        

         El masaje relajante tiene como objetivo descargar el estrés y la tensión acumulada. Para ello éste se aplica de forma lenta, con movimientos pausados y largos pero con una presión firme y progresiva. El efecto de este tipo de masaje es una relajación y disminución del tono muscular, a través de un contacto no agresivo por parte de la persona que lo aplica. Una de las formas más empleadas del masaje relajante es el masaje “sensitivo".

         Pero para conseguir esa relajación que buscamos lo que debemos hacer es actuar sobre los puntos de tensión del receptor, comúnmente llamados “nudos”. Tanto la persona que recibe el masaje como la persona que lo realiza debe estar tranquila y relajada, para así influir positivamente en el resultado del masaje y alcanzar el objetivo deseado.
 
Beneficios de un masaje relajante
 
A nivel muscular: recuperar la elasticidad y disipar los signos de tensión.
A nivel nervioso: proporcionar una sensación relajante.
A nivel circulatorio: activar el proceso circulatorio al aumentar el envío de oxígeno a los tejidos.
A nivel cutáneo: el peeling o la fricción de la epidermis ayuda a liberar los desechos y a eliminar las células muertas.


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